Lassie, con sede en el Reino Unido, anhela un BDSM público. Satisface sus deseos, está tatuada, afeitada y atada. Los dedos y juguetes encienden el placer. Las urgidas exhibicionistas prevalecen, lo que lleva a la micción pública y a encuentros intensos y kinky. Las tetas pequeñas y la tinta acentúan su espíritu atrevido y aventurero.